La cirugía plástica ha evolucionado a pasos agigantados durante los últimos años y con ello la necesidad de las personas de sentirse bien consigo mismas por eso recurren a los procedimientos estéticos. Aunque actualmente es más sencillo acceder a una cirugía plástica, como toda cirugía conlleva riesgos y consideraciones profundas que van más allá de la mera apariencia física y que debes evaluar antes de continuar con el proceso.
Comienza por ti
Es esencial que inicies reflexionando sobre tus motivaciones para querer someterse a una cirugía plástica. ¿Es por presión externa o influencia de los estándares de belleza? ¿O es una decisión personal basada en el deseo genuino de mejorar algún aspecto específico de tu apariencia? Entender tus motivos te ayudará a tomar una decisión informada y auténtica.
Mantén tus expectativas realistas sobre los resultados de la cirugía plástica. Es importante comprender que la cirugía puede mejorar ciertos aspectos de tu apariencia, pero eso no va a resolver tus problemas ni de ello dependerá toda tu felicidad, es solo un complemento a tu persona. Es indispensable que te prepares para aceptar los resultados y entender que la verdadera belleza viene de dentro.
Una vez que te hayas planteado seriamente tus razones para someterte a una cirugía plástica, entonces estarás listo para dar el siguiente paso.
Investigación y selección del cirujano
La elección del cirujano va más allá de sus credenciales y experiencia. Es importante buscar un profesional que no solo sea hábil en el aspecto técnico de la cirugía, sino que también sea capaz de generar empatía y comprensión ante las necesidades emocionales y psicológicas del paciente.
Buscar un cirujano que se tome el tiempo para escucharte y entender tus expectativas juega un papel crucial para generar resultados positivos en el procedimiento. Si consideras que debes consultar a más de un cirujano para decidirte por uno, no dudes en hacerlo, lo importante es tu comodidad.
Conocimiento de los riesgos
La evaluación de riesgos no solo debe centrarse en los riesgos médicos y quirúrgicos, sino también en los riesgos emocionales y psicológicos. Es importante que el paciente esté en un estado emocional estable antes de someterse a cualquier procedimiento y que comprenda los posibles efectos psicológicos de la cirugía plástica.
Además, se debe evaluar tu salud mental para asegurarse de que estés lo suficientemente preparado para manejar los cambios físicos y emocionales que pueden surgir después de la cirugía.
Las complicaciones más comunes en cirugías plásticas pueden variar dependiendo del tipo de procedimiento y las circunstancias individuales de cada paciente. Algunas de las complicaciones más comunes incluyen:
- Hematoma: Se puede acumular sangre debajo de la piel, que puede causar hinchazón y dolor.
- Infección: En ocasiones, puede desarrollarse una infección en el sitio quirúrgico y normalmente se requiere tratamiento con antibióticos.
- Cicatrización anormal: Las cicatrices pueden volverse hipertróficas o queloides, especialmente en personas con predisposición genética.
- Asimetría: Puede ocurrir una diferencia notable en la apariencia entre los lados tratados, muchas veces este efecto es temporal así que es cuestión de esperar a que baje la hinchazón y tener paciencia.
- Reacciones adversas a la anestesia: Incluyendo náuseas, vómitos, mareos o problemas respiratorios.
Por esa razón es fundamental estar siempre en contacto con tu médico, o en caso de estar aún en el hospital, estar acompañado para que puedan avisar si aparece alguna complicación postoperatoria y que pueda atenderse de forma inmediata.
Gestión de expectativas
La gestión de expectativas va más allá de simplemente establecer metas realistas en términos de resultados físicos. También implica ayudar al paciente a comprender que la verdadera belleza no se limita a la apariencia física y que la felicidad y la satisfacción provienen de aceptarse a uno mismo y cultivar una autoestima saludable. Es esencial que el paciente comprenda que la cirugía plástica puede mejorar su apariencia, pero no resolverá todos sus problemas emocionales o psicológicos.
Después de la cirugía
Normalmente se recomienda tener a alguien que te acompañe el día de la cirugía y te asista durante las primeras etapas de la recuperación, especialmente si se ha utilizado anestesia general.
Después de la cirugía, es posible que necesites ayuda con actividades cotidianas como cocinar, limpiar y cuidar de ti mismo, especialmente si la cirugía afecta a áreas como la cara, el abdomen o las extremidades. Tener a alguien que te ayude durante este período puede facilitar la recuperación y reducir el riesgo de complicaciones. Además, contar con un sistema de apoyo emocional puede ser invaluable para enfrentar los desafíos emocionales y psicológicos que pueden surgir después de la cirugía plástica.
El seguimiento postoperatorio es una oportunidad para abordar cualquier preocupación o problema que pueda surgir después de la cirugía. Además de monitorear tu estado físico, también es importante evaluar tu bienestar emocional y psicológico. El apoyo continuo del cirujano y, en algunos casos, la derivación a un profesional de la salud mental pueden ser necesarios para ayudar al paciente a enfrentar los desafíos emocionales que pueden surgir después de la cirugía.
La cirugía plástica es un campo complejo que va más allá de simplemente cambiar la apariencia física. Al abordar las dimensiones emocionales y psicológicas asociadas con estos procedimientos, podemos ayudar a los pacientes a lograr resultados satisfactorios y duraderos.
Es fundamental que recuerdes que la verdadera belleza proviene de aceptarse a uno mismo y cultivar una autoestima saludable, y la cirugía plástica puede ser una herramienta para ayudar a las personas a alcanzar ese objetivo cuando se aborda con cuidado y comprensión.
El Doctor Arámburo es un especialista en Cirugía Plástica y Reconstructiva por el hospital Manuel Gea González, uno de los hospitales más reconocidos de LATAM por su prestigio académico en cirugía plástica desde hace 50 años ininterrumpidos.
Actualmente el Dr. Arámburo García brinda servicio en el Centro Médico ABC Santa Fé, Ciudad de México, y Hospital Marina en Mazatlán Sinaloa.
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